VÍAS FERRATAS

DEJA A TUS OJOS SOÑAR EL CAMINO

Divertidos "parques de juego" en plena naturaleza

«Yo no puedo… ¡tengo vértigo!» cuántas veces hemos escuchado esto…

En ≈ 98% de los casos no es del todo así, y de este un ≈ 1,5% es simplemente una excusa cuando no se tiene ni el más mínimo interés. Utilizamos la palabra vértigo de forma popular muy alegremente, cuando esto es una patología con diferentes grados.

Realmente, solo se requieren dos cosas: interés por una experiencia nueva y algo de confiada actitud en querer intentarlo. El mal llamado vértigo sea a priori un acertado y prudente miedo atroz y paralizador ante lo desconocido o simplemente una desconfianza e incómoda paz mental, es normal. Es más, diría que es una sensación y estado correcto, es un mecanismo de defensa vital ancestral y natural del ser humano a lo desconocido, máxime si en su lectura cree que se puede despeñar, caer o matar.

Pero esto, afortunadamente y si te das la oportunidad no es así ni de lejos. Si la instalación férrea (escalones y cables de acero) está en buen estado tener un accidente o incidente es algo muy, muy, muy poco probable.

El riesgo 0,00 no existe como tal, pero si las probabilidades se asemejan a que te pueda tocar la lotería dos días consecutivos se entiende mejor.

Progresar por escalones asegurado en todo momento a un cable de acero de forma sencilla y con redundancia para evitar un posible error está al alcance tod@s cuando se trata de una vía de iniciación y poco atlética o vertical. Una gran experiencia que te llevará a sitios donde tus ojos solo pueden soñar.

Vías cordatas: El final... O el comienzo de algo más

Si bien el comienzo puede ser un camino equipado, como puede ser por ejemplo el popular “Caminito del Rey”, la progresión cada vez más vertical, técnica o atlética, así como el juego – véase puentes tibetanos, pasos de mono, tirolinas,.. – irán aumentando el nivel de las mismas siempre totalmente asegurados.

Si se da un paso más, el nivel final de éstas se cambia de nombre y las vías ferratas pasan a llamarse vías cordatas, es decir: que la seguridad total que se tenía con la “línea de vida” cuando se llevaba un cable de acero durante todo el recorrido ahora se sustituye y hay que asegurar con cuerda.

Esto requiere algunos conocimientos básicos de escalada, además para la progresión el equipador puede haberse ahorrado algunos escalones que faciliten la progresión ya que este entiende que se puede progresar de forma natural por la roca.

Bienvenid@s a los comienzos de una escalada segura, pero eso sí cuidado con quien te acompañas para hacer éstas.

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